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¿HASTA QUÉ PUNTO ES CAPAZ DE LLEGAR LA MENTIRA?

En esta XI Olimpiada filosófica miles de alumnos de secundaria y bachillerato van a desarrollar un tema que ha sido muy polémico durante estos últimos años, la realidad y la apariencia. Esto es más bien un problema, ya que en algunos casos no somos capaces de diferenciar estos dos conceptos. Por lo tanto, en esta disertación me quiero centrar en el tema de la mentira que va estrechamente ligado a la apariencia. Quiero analizar las razones por las que el ser humano recurre a la mentira y no opta por un camino más fácil y directo como es el de la verdad. ¿Hasta qué punto es capaz de llegar la mentira? ¿Qué es la mentira? ¿Mentir está bien? ¿Hay casos excepcionales en los que podemos permitir la mentira? ¿Por qué mentimos? Estas preguntas las abordaremos a lo largo de los siguientes párrafos.


        Desde mi punto de vista, la mentira es capaz de llegar donde el ser humano le permita llegar, pero es probable que en algunos casos lleguemos a perder nuestra capacidad de controlar sus consecuencias porque dependerán de la persona a la que hayas mentido. Los casos en los que suele actuar más la mentira son los relacionados con la apariencia y la realidad ya que uno se autoengaña haciéndose creer que una persona, cosa o él mismo es una “realidad” adornada, como ejemplo,

en las redes sociales. Además, algunas veces, convertimos esa apariencia en un hecho, en una realidad por lo que no somos capaces de detener esa mentira. Con esto dicho, concluyo que el final de trayecto de la mentira dependerá de la importancia, del contexto y, sobre todo de la persona. 
 

        ¿Qué es la mentira? La mentira es una declaración hecha por una persona que cree que totalmente o en una parte es falsa e intenta hacer creer a otra persona que es verdadera ocultando la realidad. Además de esta definición, yo personalmente incluiría al mentiroso dentro del concepto de mentira ya que sin el ser humano no existiría la mentira. Ésta nos ayuda a ocultar la verdad y mostrar una versión transformada a nuestro gusto. Esto se aplica en muchos aspectos de la vida como en las redes sociales, si hablamos de la creación de perfiles; en discursos políticos, para captar la atención pública, etc. 

 

        Mentir está bien porque... Mentir está mal porque... Son frases que hemos escuchado durante toda nuestra vida y que nos han ayudado a guiarnos hacia un camino u otro sobre el concepto de mentira que debemos tener, es decir, el adecuado. Desde pequeños nos han inculcado la idea de que mentir es malo, pero... ¿quién o qué define si la mentira es algo que deberíamos evitar o no? Esa “cosa” que lo define es nuestra moral. La mentira es una afirmación a la que se recurre en algunas ocasiones a sabiendas de que es malo o cuando no tienes más remedio que utilizarla. Por ejemplo, cuando eres pequeño y mientes por primera vez a tu madre, inconscientemente sientes un gran apuro y culpabilidad. Nos pasa esto porque sabemos que tendrá consecuencias, es decir, que has hecho algo malo. 

 
        Por otro lado, hay gente que vive inmersa en su propia mentira, en una apariencia, es decir, no tienen consecuencias externas ya que las personas a su alrededor no son conscientes de la mentira que está siendo llevada a cabo, por lo que, relativamente la mentira no es mala. Lo que sí que puede provocar al regresar a la realidad son consecuencias morales como la pérdida de capacidad de distinguir lo real y lo aparente, lo bueno y lo malo. 

 
        En lo referente a la penúltima pregunta, en mi opinión la verdad siempre va por encima de la mentira y siempre tiene que estarlo, por lo que no existe ningún caso en el que no te quede otra opción que mentir. Según Sócrates, sólo se admitía la mentira en dos casos muy concretos. El primero, si mentimos a un enemigo y el segundo, si mentimos a “los amigos que se disponen a hacer algo malo por locura o insensatez”. No mentir es la situación idílica, pero inevitablemente no todo el mundo consigue alcanzarla. Normalmente, nos aferramos a razones de utilidad o necesidad para ocultar un acto que sabemos que es malo, mentir. Usamos estas excusas para encontrarle un razonamiento lógico al hecho de que hayamos mentido. Además de lo dicho, sí creo que existe un equilibrio entre la verdad y la mentira que hay que igualar, quiero decir, no todas las mentiras son malas, a veces mientes para evitar un mal mayor pero siempre teniendo en cuenta y analizando las consecuencias que pueden sufrir el que miente y al que se le ha mentido. Un ejemplo de una mentira “prudente” es cuando mucha gente se encuentra en un local, edificio o alguna habitación y se produce un incendio. La persona que quiera mantener al grupo calmado, en ese momento tiene que mentir y decir que todo está bien. La mentira en estos casos es necesaria para mantener el control. 

 

        Como conclusión, la respuesta a esta pregunta es muy compleja ya que dependerá de la situación, el emisor, el receptor y las consecuencias a las que puede conllevar.En cuanto a la última pregunta, hay muchas respuestas a ella. Me gustaría empezar con las razones por que la raza humana miente, pero como las razones son muy extensas me centraré solo en algunas. La primera que me gustaría discutir es la que usamos para sacar algo en beneficio para uno mismo. Para explicarlo voy a tomar un ejemplo como el de las fake news. Una fake new es una noticia falsa que se difunde a través de las redes sociales con intención de engañar al público y hacerle creer que es verdadera. Estos métodos se utilizan mucho en el ámbito político tanto para el beneficio de un partido como para el perjuicio de otro. Los humanos tienden a mentir por esta razón por egoísmo y competición con otras personas. En algunas ocasiones no está mal mentir por esta razón, por ejemplo, al poner en el curriculum vitae que tienes un nivel más alto de inglés del que realmente tienes para poder conseguir un puesto de trabajo. Normalmente, las mentiras en las que realmente eres consciente de tu acto suelen ser con mala intención sabiendo que al resto de personas le va a afectar, pero yo añadiría situaciones de adaptación y obtención de premios sobre los demás. 

 
        Otra de las razones por las que el ser humano miente es debido a la necesidad de adaptación. En las situaciones de adaptación, yo veo innecesaria la mentira ya que, en vez de ejecutarla, simplemente puedes ocultar la verdad, no transformarla. Un ejemplo puede ser los perfiles en las redes sociales, en los que mientes aparentando ser una persona que no eres, no tiene por qué ser al completo sino tu forma de comportarte o las cosas que subes a la red. 

 
        En conclusión, las apariencias y las mentiras están llegando cada vez más lejos debido al desarrollo de las nuevas tecnologías lo que favorece su propagación. Es verdad que poco a poco se va haciendo más difícil la identificación de mentiras como las fake news, por ejemplo, debido a la cantidad masiva de gente que convierte esa mentira en una realidad. Lentamente vamos a ir perdiendo nuestro concepto de realidad porque el desarrollo de la tecnología va a facilitar cada vez más la tendencia a las apariencias, que tiene como herramienta principal la mentira, debido al uso continuo de redes sociales como Facebook, Twitter, Instagram, etc... 

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    Escrito y                                        redactado por

    Paula García Lanuza.

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