"Óscar" es una obra en la que solo participa una sola actriz, Mona Martínez y está dirigida por Juan Carlos Pérez de la Fuente.

El tema principal de esta obra es la historia de un niño que sufre leucemia cuya historia es contada mediante cartas escritas por el protagonista a Dios. El director escribe sobre la infancia y la relación de Óscar con el mundo espiritual.

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        Óscar y Mami Rosa es la historia de un niño de diez años enfermo de leucemia y la de Mami Rosa, la voluntaria que le visita todos los días en el hospital. Con imaginación, buen humor y valentía, Mami Rosa compartirá los últimos doce días de la vida de Óscar, creciendo y reforzando entre ellos una intensa relación de amistad y amor, la que nos hará reflexionar sobre los grandes misterios de nuestra existencia. La excepcionalidad de este trabajo reside precisamente en ser un monólogo “a varias voces”. A través de la extraordinaria magia en escena de Mona Martínez, cobrarán vida ante nuestros ojos todos los personajes que componen la historia: Óscar, sus amigos Bacon, Popcorn, Einstein, Peggy Blue, sus padres, el doctor Düsseldorf, las enfermeras… y sobre todo Mami Rosa, la voluntaria tierna y divertida, llena de coraje y valentía, que no tiene miedo de hablar de la enfermedad y de la muerte. El héroe de nuestra historia es Óscar y frente a él, la enfermedad, rodeada de preguntas dolorosas, el miedo de sus padres, el silencio del médico, el silencio del cielo. La irrupción de Mami Rosa en su vida le ayudará a conjurar la tristeza, la impotencia y el miedo ante la enfermedad. De su mano esos últimos doce días se convertirán en un viaje iniciático al corazón del misterio: la búsqueda de un sentido a lo que no podemos comprender.

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        Se trata de un monólogo, por lo que hay una única mujer que representa todos los papeles, Mona Martínez. El protagonista es Óscar, un niño enfermo que su la vez es valiente, listo y tiene mucha imaginación. Otro personaje muy destacado es Mami Rosa, una voluntaria tierna y divertida, llena de coraje y valentía, que no le da miedo hablar de la enfermedad y de la muerte. Además, hay otros personajes (secundarios) en la obra. Bacon y Palomitas son dos enfermos del hospital, son aventureros y les gusta inventar historias acerca de fantasmas. Sarita, conocida como la China, también es una enferma, es una niña juguetona que además quiere mucho a Óscar, tanto que siempre le pide un beso, sin embargo, éste no siente lo mismo por ella, sino que prefiere a Peggy Blue, otra niña que está en el hospital, muy dulce y que quiere mucho al protagonista. El doctor Düsseldorf, es el médico encargado de Óscar. Es el que anuncia la mala noticia a los padres de Óscar sobre su cercana muerte. Éstos son cobardes por no aceptar la enfermedad de su hijo y asumir las consecuencias, además los padres de Óscar tienen miedo y solo quieren que su hijo disfrute al máximo sus últimos días de vida, pero no saben cómo hacerlo.Finalmente los padres de Peggy Blue son comprensivos y quieren también mucho a Óscar apreciando así su valiente decisión de proteger a Peggy de los fantasmas.

 

        En cuanto a la credibilidad, sí, fue muy creíble, ya que además de la impresionante actuación de la actriz y las emociones que conseguía transmitirnos, se trata de un tema muy presente en nuestra sociedad y para muchos, muy cercano. Podría parecer que no, sin embargo por muy increíble que pudiese parecer, con una chaqueta, un simple gorro y con la ayuda de los cambios de voz, se distinguía perfectamente a cada personaje. En mi opinión se distinguían perfectamente las distintas personalidades de cada personaje, ya que la actriz era capaz de manifestar los sentimientos de cada uno, de manera que conseguía introducirnos en el papel de cada uno de ellos sin ninguna dificultad. Y sí, yo pienso que sí, me quedó bastante clara la relación entre personajes porque además de que la actriz lo dejaba muy claro, el guion estaba muy bien hecho y explicaba perfectamente a través de palabras las relaciones o bien de amistad o bien de odio entre personajes y con qué intensidad.

 

        Al tratarse de una única actriz, resulta muy complicada la caracterización vocal y los diferentes tonos de cada personaje, por lo que había veces en que los tonos eran muy similares. Además, el pequeño tamaño de la sala hacía posible que el sonido se escuchara mejor, aunque algunas veces la voz que ponía era un poco confusa. El tema y las intenciones que pretendía transmitir la obra quedaron bastante claros. La obra presentaba un gran optimismo ante las dificultades presentes en un niño que aún siendo tan pequeño e inocente, sabía ver todo diferente, únicamente y gracias a la gran ayuda de Mami Rosa, un personaje esencial en la obra. 

 

        La escenografía no estuvo demasiado bien, ya que simplemente había unos bancos y dos altos muros a los lados, a pesar de ello, la música y las luces era lo que le daba un toque emocionante y lo que más ambientó la obra para muchos. Para cambiar de habitación bastaba simplemente con cambiar de posición los bancos que había. Respecto al tiempo, había en la parte trasera números que indicaban los días (del al 14) y en un momento dado aparece un árbol de navidad indicando el cambio de estación y las fiestas. Cabe destacar la increíble función de las luces que he mencionado antes, con ellas se distinguía perfectamente entre la mañana, la tarde y la noche.

 

        Dominaron especialmente las luces de colores de los números y de los muros de los laterales cuando ésos se iluminaban. Esto se apreciaba sobre todo en la iluminación con la gran variedad de colores que había en los cambios de un día para otro. Estos efectos influyeron bastante en la obra ya que le daban un toque dramático y de intriga. Personalmente, creo que no correspondió mucho. Porque como he mencionado antes, los objetos presentes no eran demasiado simbólicos y no daba la sensación de hospital. Gracias al diálogo y a la actuación, se distinguían perfectamente los cambios de escenario.

 

        La escenografía era un tanto abstracta. Sólo a través del guion y los sentimientos que transmitía la actriz podíamos imaginarnos el espacio en que se desarrollaba la acción en cada momento. Hubo varios efectos inusuales, como por ejemplo la música del momento en que Óscar recibía un beso que le agradaba, o cuando se coloca los cascos que le regalan sus padres del cascanueces, además de los sorprendentes cambios de un día para otro que te hacían levantarte del asiento del susto. A parte de eso, no hubo ningún efecto especial fuera de lo normal.

 

        Los principales elementos simbólicos que había eran los catorce números situados en la parte de atrás, cada número correspondía a diez años para el protagonista, lo que ayudaba a situarse en el tiempo de la acción. También destaca la silueta de Jesús clavado en la cruz, con una forma sencilla que se ilumina cuando Mami Rosa y Óscar entran en la iglesia, y al otro lado del escenario se encontraba un árbol de navidad, el cual solo se iluminó una vez en toda la obra, para indicar la llegada de la navidad. 

 

        Esta es la primera vez que veo esta obra y me ha gustado mucho más de lo que pensaba encontrar al tratarse de una obra compuesta por una sola actriz. Es una obra muy buena y que transmite un gran mensaje que es el optimismo ante las situaciones de dificultad. Se la recomendaría a todo el mundo, tanto mayores como pequeños, ya que, al fin y al cabo, Óscar es un niño de diez años del que todos podemos aprender. En mi opinión el personaje más gracioso y que le daba el toque de optimismo y gracia a la obra era Mami Rosa, que a pesar de su fuerte carácter, crea un vinculo muy fuerte con el protagonista.

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